Esta obra de 2000 del ganador del Premio Pulitzer Stephen Adly Guirgis (Nuestra Señora de la Calle 121) es una meditación sobre fe, religión, perdón y justicia. Los prisioneros Lucius y Angel, ambos que sirven tiempo para acusar de asesinato, consideran en conjunto que las cuestiones de culpabilidad y moral son mucho más elevadas de lo que un tribunal puede resolver. Mark Brokaw (Cómo aprendí a conducir ) dirige esta producción intensamente estimulante.